jueves, 23 de julio de 2015

¿Criar rodeado de Profesionales respetuosos o no?

A simple vista quizás resulte dificil precisar cuál es la diferencia que existe entre criar a nuestros hijos rodeado de profesionales respetuosos respecto de aquellos que no lo son.
Sin embargo, consultando a muchas parejas de padres que han venido a nuestras comunidades, grupos y espacios, aparece como preocupante la travesía que han realizado hasta llegar a dar con tal o cual pediatra, tal o cual psicólogo, tal o cual médico.
Pareciera que se ha perdido la figura del médico clínico, pediatra o de familia, centralizador de las problemáticas, dudas y cuestiones de cada familia y derivador a profesionales de su confianza. Escribo pareciera, porque si uno busca bien, encuentra... pero hay que animarse a buscar, recorrer, darse cuenta lo que sí o lo que no es adecuado, cuestionarlo y volver a empezar. Y es cierto que en épocas como la actual donde la moneda corriente es la inmediatez, esto puede dejarse de lado. 
Hay mucha intervención innecesaria dando vueltas y quizás por falta de información, conocimiento, miedos o prejuicios, uno deja que esas intervenciones se sucedan como si fueran naturales cuando no lo son ,y ello afecta a los verdaderos procesos naturales de la vida, de cada cuerpo, de cada uno.
No es necesario que uno esté 100% de acuerdo con lo que cada profesional que consulta, predica. Sin embargo lo que es fundamental y realmente importante es la mirada de ese profesional sobre lo que uno está llevando a consulta. La lectura que ese profesional hace de lo que le estamos planteando,  y el plan de acción que posteriormente propone (o calla pero activa a su modo, si es un psicólogo) para que ello mejore, deje de doler y permita el libre discurrir del consultante.
Es necesario que esa mirada esté libre de prejuicios.
Caso contrario, la  lactancia natural, la artificial, el colecho, el manejo de los berrinches, la educación resultan ser esos temas que transforman cada encuentro (mejor dicho desencuentro) en un programa televisivo de debates entre todos los que intervienen. Arranca en  la pareja parental en sí y luego cada uno de ellos con los de afuera. Porque hay algo clarísimo: ante la m/paternidad,  el contexto, los pares, la familia, todos los demás se transforman en expertos en la crianza que nosotros elegimos y sin ningún tapujo indican con el dedito índice lo que está bien de lo que no lo está. 
Es así como  aparece un amigo soltero que indica cómo se maneja con sus sobrinos, o la puericultora que amenaza con el "no te sale leche, le damos complemento", o  el pediatra pro lactancia que hace connivencia con la madre o el que desteta al mes 2 e introduce fórmula y genera camarilla con el padre que cree que de algún modo vuelve a recuperar "sus tetas" (aclaro las comillas porque las tetas son de la madre y es necesario que haga todo un proceso personal para reubicarlas en un plano erótico). Llega a nuestra vida el "vacunador oficial de la selección" transformando a nuestro hijo en un colador de pastas o aquel que no vacuna para nada. Banderas cuasi políticas de "si al colecho" versus aquellos que desenfrenadamente se esfuerzan por depositarlo en la cuna diciendo "Tiene que aprender a dormir solo". 
También está aquel al que no le importa nada, pero estamos hablando de crianza respetuosa y búsqueda de profesionales respetuosos y  para respetar, es necesaria la consideración, la empatía así que por hoy dejaremos afuera a los que no les importa nada. 
Entonces, respecto de todos esos temas la postura es ni si, ni no, ni blanco ni negro.
Del equilibrio, nadie habla.
De un lugar intermedio, nadie habla.
Y volvemos a la búsqueda del péndulo, del pendular de la m/paternidad que siempre tratamos de transmitir desde nuestro Equipo.
Del caso por caso, de que en esto no hay máximas colectivas ni manual de instrucciones que uno pueda googlear en cinco minutos para aprender cómo funciona.
Volvemos entonces al equilibrio, al péndulo.
Pendular es el movimiento de oscilación que una cosa hace de un lado para otro. Es fundalmentalmente MOVIMIENTO entonces para poder pendular y buscar el equilibrio en la crianza respetuosa, la lactancia, el sueño infantil, la educación, los profesionales es necesario MOVERSE, recorrer, buscar, cuestionarse, disentir y seguir buscando hasta encontrar. Porque hay profesionales empáticos, respetuosos y muy cuidadosos. 

Hace unas semanas una paciente llegó indignada porque había tenido una consulta con la 5ta. pediatra para su hija de casi 2 años. La señora que la atendió, una persona bastante mayor con movilidad reducida, tenía un consultorio antiquísimo, con juegos que datarían del 1900 y luego de tenerla una hora en consulta, le comentó que los próximos pasos a seguir eran dos encuentros de una hora cada uno con su hija, para observarla durante una hora de juego. Ingenuamente le pregunté "esa pediatra es psicóloga infantil? Consultaste por algo que notás en tu hija que te parece inadecuado?" Ante ambas preguntas me contestó que no. Le pregunté cómo se había sentido y la palabra que no apareció nunca fue "respetada". Esta profesional dio indicaciones sobre lactancia, sobre crianza, colecho. NO A LUGAR.

Otros se presentan angustiados porque frente a situaciones de estrés o tensión, sus médicos desaparecen, no contestan. NO A LUGAR, menos aún con padres primerizos.

Hay infinidad de ejemplos de este estilo, también los hay de violencia obstétrica, de destratos en general porque no pueden ni calificarse de malos tratos.

Pero también hay ejemplos de los otros. Hay profesionales contenedores, tranquilos, que sostienen, explican y construyen lazos a largo plazo con padres, niños y  familias y desde ese lugar respetan la decisión de cada familia, aconsejan si ese es su rol o acompañan bailando la danza de la crianza y pendulando en la búsqueda con ellos.

No hay manual de instrucciones, pero lo que sí hay es manual de intenciones y es ahí donde se diferencia estar acompañado por profesionales respetuosos respecto de los que no lo son.

A buscar, a pendular y a encontrar cada zapatero para su zapato y así acompañar a nuestros hijos potenciando lo mejor de ellos.


Lic. Carolina Sujoy
Psicóloga Perinatal - Psicoanalista
Coordinadora Comunidad Mamá Hamaca

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